Hoy nos vamos un poco lejos de la Sierra, concretamente a Picos de Europa, y vamos a realizar una ascensión muy muy interesante que hicimos la esta semana aprovechando el viaje a Cantabria.
Casi todos los que nos acercamos a Cantabria, tenemos la visita obligada de entrar en Picos de Europa y acercarnos a Fuente De, desde donde coger el Telesférico que nos sube hasta el mirador del Cable.

Aprovechando que iba con Ana y que es una auténtica jabata en todas las rutas que hacemos, le propuse subir un pico bastante accesible y así realizar una ruta de alta montaña en la zona.
La elección era la Torre de Horcados Rojos, una subida realmente accesible a montañeros y que nos iba a proporcionar la excusa para darnos un buen pateo.

La ruta sale desde el mismo mirador donde te deja el Cable, siguiendo por la pista que accede a Picos. Desde los primeros metros ya vemos al fondo la mole rojiza que nos tocará subir, y que de buen seguro nos proporcionará unas vistas inmejorables de todo Picos de Europa.
Aproximadamente 12 kilómetros y unas 2 horas y media de ascenso. Todo bastante tendido hasta el repecho final donde el desnivel ya es algo superior.

El día inmejorable, para ser el cantábrico, el sol luce radiante, sin apenas viento y una temperatura agradable sobre los 1.800 metros del cable. Asi que empezamos a caminar fascinados por el paisaje lunar tan propio de Picos de Europa, y que te hace sentir como si estuvieras a 3.000 metros, cuando en realidad apenas hemos llegado a la cota 2.000.
Este primer llano, se le conoce como los Llanos de Lloroza, y en la mayor parte del año, contiene algunas lagunas, aunque en estas fechas y tras un mal verano de agua por la zona, sólo queda una laguna con agua. Suponemos que el otoño se encargará de volver a llenarlos.

El objetivo siempre lo tenemos a la vista, y conforme caminamos, vemos un serpentear de gente en esa dirección. Es el camino clásico al refugio de Cabaña Verónica y a la ruta que nosotros hacemos, así que como el día acompaña y mucho, hay un buen puñado de gente de montañeo.

Hasta “la vueltona” donde tendremos que desviarnos a la derecha, el camino es prácticamente llano, o de suave repecho, siempre franqueados a mano derecha por la impresionante pared de La Olvidada. Es a partir de este cruce de la vueltona, cuando la ruta gana en verticalidad, y es que hay que empezar a salvar los 700 metros de desnivel que nos separa el mirador del Cable con la cima.
Aquí el camino se vuelve sendero pedregoso, y requiere un poco de nuestra parte para ir avanzando. El día es soleado y empezamos a sudar.
Pronto vamos ganando altura y justo antes de llegar al collado de La Canalona, paramos a comer algo. Hay que reponer líquidos y comer algo que aun nos queda un buen trecho. Pasamos por un nevero bastante majo, que aguanta del invierno pasado, éste seguramente se tapará ya hasta el verano que viene. Y es que este invierno pasado fue especialmente nivoso por la Cordillera Cantábrica.
Pasado el collado de la Canalona, nuestro objetivo se muestra altivo y desafiante, un paredón rojizo que nos indica que estamos a pie de montaña, pero que aun nos queda un buen desnivel que salvar.



Ya vislumbramos el refugio de Cabaña Verónica y el collado donde se bifurca el camino y donde se acumula la gente.


Una vez llegados al collado del desvío al refugio, nos desviamos a la derecha rodeando la Torre de Horcados Rojos en busca de una senda que nos llevará nuevamente al último collado antes del repecho final. Este último collado tienen unas vistas magníficas tanto del Jou de los Boches, como del imponente Naranjo de Bulnes. También vemos todo el macizo del Torrecerredo y el precioso Pico Tesorero.


En el collado y a 2.350m. el aire refresca un poco, pero andamos muy bien de fuerzas. Le pregunto a Ana, si quiere que nos volvamos ya, y me dice que no, que para arriba, esta chica es un portento!! así que nos metemos en las primeras eses que forma el sendero por la espalda del pico. Sube bastante gente, por lo que el sendero está bien marcado.
Tiene algun tramo que puede revestir dificultad con nieve o hielo, pero a piedra descubierta, se sube más o menos bien. Son las rampas de más verticalidad, pero eso nos ayuda a estar en el collado cimero en apenas 15-20 minutos. Este collado cimero se puede pasar por un ramal algo expuesto (vamos a decir que un pequeño puente de Mahoma) o trampearlo por la cresta para evitar la exposición. Nosotros vamos a lo fácil, aunque el paso no revista dificultad ahora en verano.

Y ya estamos en la cima de la Torre de Horcados Rojos, que con 2.503m. nos ofrece unas vistas excepcionales de toda esta parte de Picos de Europa.

Doblemente contento por hacer una cima más y sobretodo por ver con la facilidad con la que ha subido Ana y lo que ha disfrutado. Seguro que pronto me acompaña a los tresmiles de Pirineos.


En fin, con una buena recua de fotos de la cima, un descanso bien merecido y con unas vistas inmejorables, nos bajamos más que satisfechos de la ruta, muy realizable a cualquier senderista con algo de pateo en los pies, y como una jornada perfecta para hacer cuando se suba al mirador del cable. Eso sí, advertir que siempre en condiciones veraniegas ya que hacerla con nieve o hielo nos exigirá material específico y conocimientos.
La ruta a ritmo tranquilo y con sus paraditas nos cuesta unas 5 horas, con un desnivel acumulado de 1.400 metros. Se exige un mínimo de forma física.