Casi nos había mal acostumbrado el tiempo con estos días de bonanza, que se han roto implacablemente de nuevo. Pero es lo que tienen los coletazos finales del invierno, y que estando en Marzo, aun por estas “sierras de Dios” tenemos mucho frío que pasar. La naturaleza por eso, es sabia y no se deja engañar con los primeros días bonancibles de Marzo, ya sabe de sobra, que aun se comerá días de hielo y nieve; por lo que el monte aun está bastante parado. Aunque como vimos el otro día en la anterior entrada, hay florecillas que les viene muy bien estos días soleados de Febrero y Marzo para sacar a relucir sus mejores galas.
El Narciso de los Prados (Narcissus bulbocodium), como comúnmente le he denominado, es uno de esos valientes que se arranca en mitad de la nieve a darle color al monte. Una pequeña trompeta amarilla que le gusta florecer en cualquier claro del bosque o prado soleado que se precie y que le aporte una ligera humedad.
Y ahí lo tienes mostrando sus mejores galas al sol o a lo que venga, pues florecer en tan tempranos días, siempre te puede acarrear volver a quedar sepultado por las nieve tardías del invierno.
Hoy, por ejemplo, es de esos casos en que la ligera enfarinada de esta noche ha sepultado durante unas horas buena parte de las trompetillas amarillas que habían salido. Aunque bien sabe esta flor que los momentos de nieve ya son más escasos y que el sol tiene mucha potencia.
No nos hemos, pues de descuidar estas semanas que aun restan de finales de invierno porque en la sierra vamos a tener de todo, como es está viendo estos días con fríos días de niebla, nieve y hielo o apacibles mañanas de soleada y calurosa bienvenida.
Así pues cuando veáis asomar los narcisos amarillos en las praderas, ya podéis afirmar que la primavera está cerca, pero cuidado!!!! aun nos quedará nieve por caer.