Ya os informábamos hace unos meses, de la colocación de algunas cajas nido para la mejora de los hábitats y sobretodo para ofrecer un nidal seguro y confortable a todas esas avecillas que conviven por los montes y que tan importantes son en el mantenimiento del ecosistema. Podéis recordar el reportaje clicando aquí.
En alguna revisión en época de cría habíamos constatado que las cajas nido funcionaban muy bien en algunas especies y por ejemplo el Herrrerillo común (Cyanistes caeruleus) era un fiel inquilino. Cosa que nos alegraba la vista muchísimo el trabajo realizado.
En total, y esa primavera habíamos colocado 37 cajas nido, un poco, deprisa y corriendo, el grueso de cajas las habíamos puesto en un pinar de repoblación bastante afectado por procesionaria con la intención de dotar a estos pajarillos un hábitat cercano a uno de los focos de plagas. También dejamos algunas cajas en diferentes hábitats, como era la vega del río Guadalaviar, un pinar aclarado de Bronchales y una zona recreativa de Noguera con abundante robledal. Fueron sólo esporádicamente 3 o 4 cajas para ver la aceptación que tenían.
Finalmente y hace escasamente 15 días nos propusimos bajar una por una las cajas y ver los porcentajes de ocupación de las cajas. Así que nos pusimos manos a la obra y fuimos bajando una por una las cajas.
Teníamos alguna caja numerada, pero decidimos numerarlas todas y hacer un seguimiento anual de ellas. Evidentemente no descubrimos nada nuevo, ya que hay cientos de estudios como éstos de nidificación y seguimiento de cajas nido, pero nosotros queríamos aportar nuestro granito de arena en el trabajo diario y sobretodo, y como fin principal de este trabajo, dotar al monte de una mejora en cuanto a la nidificación de estos pequeños pájaros que tantos beneficios nos aportan.
La aceptación de los nidos en los hábitats donde habían menos cajas (Vega del río, Pinar aclarado y recreativo) fue excelente, casi del 100% de ocupación. En cambio, el pinar de repoblación castigado por procesionaria bajó mucho la media, y aunque algunas cajas fueron ocupadas, hubo menos aceptación. Tal vez, por ser un pinar bastante aislado y habitualmente con poco alimento para estas avecillas. En cualquier caso hemos mantenido las cajas en el mismo sitio, sin duda, lo merece.
En alguna caja nos encontramos alguna sorpresilla, como en el caso de una de las cajas del recreativo, donde aparecía la caja sellada por barro.
No nos cabía duda de quién había ocupado dicha caja, pues el constructor de estas obras de arte, son los Trepadores Azules (Sitta europaea). Seguro que muchos lo conocéis porque a parte de su color azulado, es un habitual subiendo y bajando por los troncos de los árboles, todo un especialista.
Y aunque toda la familia de Páridos (Herrerillos, Carboneros, etc….) utilizan casi exclusivamente el musgo y bastante pelo de ciervo y cabra para la construcción del acolchado nido, a parte del plumón, los trepadores azules se conforman con un montón de corteza fina de los pinos como base para sus pollos.
Un seguimiento y una toma de datos es importante a la hora de valorar luego el éxito de la operación y sacar conclusiones y estadísticas, y aunque este año 2016 no puede considerarse como nuestro primer año de toma de datos, si que lo consideraremos como piloto, y con unos resultados de ocupación total del 49%.
Contando con que sólo pusimos 37 cajas, no podemos dar los datos como representativos. Eso sí, nos orientan para este año que viene donde hemos colocado 100 cajas nido que seguro que subirán los porcentajes de ocupación. 😉
Tenemos todas las cajas geo-referenciadas con coordenadas UTM, numeradas y a la espera esta primavera/verano de tener una alta ocupación y poder recabar datos.
Ahora sólo falta que a los pajaricos les gusten los hotelicos que hemos preparado con esmero para ellos y que hemos distribuido por diferentes hábitats. Que no sea por no trabajar un poco por el bien de los montes, la riqueza de éstos y sobretodo por el buen regusto que te deja al hacerlo.
Un saludo y ya sabéis cualquier consulta al correo o a través de facebook.