Bueno, pues de nuestra visita a Navarra, no nos podíamos venir sin subir alguna cima, por modesta que fuera. Estuvimos mirando en el mapa, la zona de Larra-Belagua, una joya del Pirineo Navarro, por su marcado relieve kárstico que tenía muchas ganas de ver “in situ”. Y rebuscando rutas interesantes, nos salió este pico, que por su facilidad y sobretodo corto “ataque” nos venía de perillas. Además, nos ofrecía un balcón inmejorable para disfrutar de todo el karst de Larra. Sólo disponíamos de una mañana para la ruta, así que fue fenomenal su corto recorrido.
Para subir al Arlas, tienes que coger la carretera que sube por el Valle del Roncal en dirección al Valle de Belagua, se trata de la carretera NA-1370 que nos asciende por dicho valle y nos remonta, tras una serie de curvas a la parte alta, en busca de la zona de Larra y Camalonga.
Desde el Refugio Militar hay unas vistas inmejorables de todo el Valle de Belagua por el que hemos cruzado y es casi para obligatoria para echarse unas fotos.
El otoño, está en todo su apogeo y hacen que las fotos sean auténticas postales. Pero ya tendremos tiempo de disfrutar de los hayedos, robledales y bosques atlánticos, hoy nos metemos de lleno en la alta montaña, en las praderas y en los bosques de Pino negro.
Tendremos que atravesar la zona del Ferial, Camalonga y la Contienda, toda una zona karstica de increible belleza salpicado de un pinar de Pino negro magnífico.
Nuestra ruta empieza en el Refugio de la Junta General del Valle, que se encuentra en la misma frontera con Francia y que nos aguarda un amplio aparcamiento junto a la carretera. Desde dicho aparcamiento nace el sendero que nos llevará a la cima, tendremos que pasar a la derecha del refugio y dejando a nuestra derecha este precioso banco con un mirador increíble.
La ruta está señalizada con hitos de piedras, y que aunque es bastante evidente y no suele tener pérdida, hay que ir atento para no despistarse. Tras pasar el refugio y el banco merendero, en seguida el sendero nos bajará por un empinado paso hasta un vallejo, que es más bien una dolina.
Al ser una zona de relieve cárstico, este tipo de depresiones son muy habituales, nosotros cruzaremos esta primera y en la segunda, debemos desviarnos a mano derecha por la ladera, para ir buscando un collado que ya nos de una referencia del pico. Lo dicho, está marcado con hitos, pero bueno es no despistarse.
Una vez superada la dolina, ya tendremos visual del pico en todo momento, además de que veremos toda la zona kárstica de Larra.
El sendero está muy bien marcado por el paso de gente, y la pradera no deja lugar a dudas de la dirección que debemos tomar. Aunque nuestro primero objetivo es llegar al collado del Arlas.
Llegados al collado, tendremos la vertiente francesa ya a la vista, con los remontes de las pistas de Arette delante nuestro, puede ser un buen punto para echar un trago antes de afrontar el último y un poco más duro repecho.
El día escogido es magnífico y aunque llevamos abrigo, nos sobra todo, el viento casi en calma y el solete dándonos en la cara hacen que estos primeros días de Noviembre parezcan más de puro agosto.
Aquí viene otra parte donde nos podemos despistar y es que puede parecer obvio subir en linea recta a buscar la lomera de la montaña, pero NO!!, debemos ir a buscar la cara norte de la montaña, donde un sendero bien marcado nos irá ganando altura.
Las vistas sobre los valles franceses es magnífica.
Y una cuantas paradas están garantizadas para coger aire y sacar alguna foto
Como veis el sendero está bien marcado, y aunque va ganando en altura, en esta primera parte se hace más llevadero.
La segunda parte de la subida, la que acomete el tramo final es bastante más empinada, el sendero se vuelve zigzagueante, incluso a veces hasta hacernos despistar de por donde va el camino. Una vez más los hitos de piedra, nos sacan del atolladero y nos facilitan el camino a subir.
Desde esta posición vemos muy bien el complejo de esquí de Arette la Pierre St. Martin que siempre quedará a nuestros pies.
Finalmente llegamos a la cima, un pequeño llano con un buzón metálico donde anotar tus impresiones y un balcón increíble de toda la zona de Larra. El disfrute es máximo, el tiempo inmejorable y encima la subida cortita y amena, así que estamos locos de alegría por habernos regalado esta preciosa ascensión
Comemos unos frutos secos para reponer fuerzas y nos dejamos deleitar por las vistas en los 360º y para abajo.
La ruta es muy fácil de realizar, ya que en 1 hora te plantas en la cima, eso sí, a algunas personas el tramo final con piedra suelta y fuerte desnivel puede resultarle algo más complicado. La cima aunque no es estrecha, si que es aérea, y si levantas la vista un poco da la sensación casi de volar. De ahí que sea casi de visita obligada.
La ascensión en invierno, puede ser bastante más peligrosa, muy expuesta y para gente más experta (Crampones y piolet obligados)
Y por mi parte nada más, en cuanto suba el track de la ruta os lo cuelgo aquí.
Un saludo