Casi obligado, cada cierto tiempo tengo por obligación visitar las Serranías vecinas, están tan cerca y ofrecen tanta belleza y tantas alternativas, que se me hace casi obligado el re-visitarlas una y otra vez. Esta vez, y aprovechando el gentío que deambula por la Sierra de Albarracín decidimos darnos un homenaje “alto Tajero” para ver como quiere arrancar la primavera por esos lares.
La primera visita la hacemos a la archiconocida Laguna de Taravilla, pero que tanta belleza aporta al paisaje y la que guarda un espejo perfecto para buscar simetrías en el ambiente. Tienen un buen caudal, más alta de lo normal, y yace paciente a que la primavera brote con fuerza.
En el mismo paraje, pero ya junto al río, nos dejamos seducir por el puente colgante que, opinión personal, rompe con la belleza y singularidad de uno de los meandros más bonitos y bañables del Tajo en esta zona. Pero bueno, ya se sabe que la demanda turística es cada vez mayor y estas infraestructuras ayudan.
Por suerte el rincón ofrece tomas más “naturales” que no puedo obviar…..
Aguas de un Esmeralda imposible, y toda la paleta de verdes que te puedas imaginar…..dan ganicas de bañarse…
De aquí saltamos hasta la Sima de Alcorón, de la que ya hablamos en el blog en su día, para contemplar nuevamente su magia, su belleza, su grandiosidad y su silencio…..
Las chicas, se lo pasan en grande, y es que entrar y descubrir una cavidad así, es todo un deleite para quien no se imagina que esconde ese agujero llamado Sima.
Me deleito con alguna toma más…y es que este haz de luz, no se ve todos los días…
De aquí nos vamos hacia Zaorejas, que esconde una maravilla de esas arquitecturas de los antiguos romanos y que hoy aun se conserva en bastante aceptable aspecto.
El acueducto romano de Zaorejas se impone a un paisaje abrupto y reseco, despoblado y solano, que ha visto el paso de los tiempos y las civilizaciones conservando tan sólo este prodigio de la arquitectura romana.
El merendero que hay muy cerca, en el camino que lleva al Acueducto desde el pueblo nos invita a sacar la comida y dar buena cuenta de ella….
Para trasponer a la tarde hacia otro rincón de esos que merece ser visitado……el Puente de San Pedro, donde confluye el Río Gallo como afluente del Tajo
Un entorno de esos que hay que parar y sacar cuatro fotos, recrearse…..y por qué no…..refrescarse!!
Para terminar la jornada nos acercamos al famoso Barranco de la Hoz…..algo más masificado, a diferencia de la escasa gente que nos hemos ido encontrando en los diferentes parajes, y dejamos caer la tarde entre hoces de un rojo subido, y un pequeño sendero geológico que nos subirá hasta unos miradores excepcionales….
Y el domingo se termina, con un gran sabor de boca que nos deja el Alto Tajo, que como siempre, no decepciona al visitante que sabe lo que busca.
Y nada, esta vez el dúo habitual convertido en trío, así que agradecido siempre por la buena compañía y los buenos ratos.
Un saludo
Preciosas fotos sobre todo las de la sima, Jaime. Este verano ya tienes faena. Quiero ver ese acueducto.