Queramos o no, el otoño acaba llegando a nuestras sierras, y acaba tiñendo de color todo lo que toca. Aunque el mes de Octubre se notó seco por estos lares, los colores han acabado llegando y los vientos de estos días han echo mermar mucho las hojas de los árboles.
Aun así este puente de Noviembre, ha sido bueno para disfrutar de los bosques caducifolios que tenemos por la Sierra de Albarracin, que aunque lejos de las grandes masas de Pirineos y el Cantábrico, contamos con innumerables rincones donde sacar partido de este colorido bosque.
Los espléndidos bosquetes de Rebollo (Quercus pirenaica) que tenemos tanto en Orihuela como en Noguera, pueden ser un buen lugar para refugiarse con la cámara estos días y sacar provecho de esos tonos cálidos que cogen los robles.
En algunos rincones de Tramacastilla, Torres o Villar del Cobo, también abundan el Arce de Montpelier (Acer monspessulanum) y el Quejigo (Quercus faginea), dos caducifolias de atractivo para las fotografías, sobretodo el primero por adquirir unos tonos rojizos de inigualable contraste.
Y no podemos olvidarnos de los bosques riparios que se asientan en los cursos de agua de los ríos de nuestra sierra. Álamos, Sauces o Fresnos, gozan de buenas tonalidades e infinitos recursos para jugar con el agua y sacar buenas tomas.
Luego ya vendrá el saber jugar con encuadres, luces y contraluces, pero los colores de la sierra ya están ahí y por desgracia, no por mucho tiempo, así que hay que aprovechar….que se acaba.
saludos