Ya habíamos comentado anteriormente la importancia que tienes los pequeños humedales, charcas o pantanos del interior para albergar pequeñas poblaciones de paso de acuáticas y no tan acuáticas. Nuestra sierra no es un paraíso acuático, pero alberga algunas zonas húmedas, que aunque no le damos importancia, es bien utilizada por las aves para descanso, alimentación o cría.
Una de esas zonas es el pequeño pantano de Orihuela, construido no hará muchos años, día a día va ganando números como espacio acuático para las aves. Todo y ser un lugar muy, pero que muy concurrido, ya hay zonas con buen refugio de plantas acuáticas y anfibias que algunas especies valoran.
Este es el caso del Zampullín Chico (Tachybaptus ruficollis), el más pequeño de la familia de los zampullines y que le encanta estos humedales pequeño y con algo de cobertura vegetal. Es especialmente sonoro con un trino muy agudo característico y que sentado en la misma fuente del pantano, se puede disfrutar del deambular y zambullir de estos pequeños navegadores. Se sumergen pocos segundos, normalmente de 15 a 20 segundos y su actividad es frenética peinando todo el pantano.
Francamente merece la pena acercarse una tarde y desde la distancia, con ayuda de unos prismáticos, degustar el ir y venir de estos pequeñuelos.
Así pues, no conviene descuidarse en cada visita al pantano, porque los visitantes son bien diversos. Antaño fueron las garzas, los ánades y los cormoranes y hoy ya tenemos una familia de zampullines…..que vendrá después?????
Un saludo