En primer lugar, mil gracias por la elección de la foto, podéis verla colgada aquí
Por otro lado, hoy nos vamos de ruta por los farallones de la Sierra de Albarracín. Estas impresionantes formaciones rocosas de roca calcárea, adquieren un precioso contraste con la nieve y aunque en la Sierra no encontramos grandes formaciones, sí podemos buscar las que ha excavado el río Guadalaviar desde su nacimiento hasta la frontera misma de la comarca.
Ya desde su nacimiento en las paredes calcáreas de la Muela de San Juan, podemos apreciar las primeras e impresionantes crestas en la famosa y visitada zona de “Peñas Altas”. Donde es fácil acceder y caminar por ellas en busca de unas buenas vistas y sobretodo la compañía de buitres, alimoches, grajas, grajillas y cuervos.
Una vez que el río se encajona en la garganta de Villar del Cobo, los farallones empiezan a ganar majestuosidad, unida si hay suerte, a una copiosa nevada que dotan a este árido paisaje de belleza inigualable.
La facilidad de filtración de la roca calcárea favorece más si cabe la formación de carámbanos o chupones de hielo en sus paredes, dando espectacularidad a la escena.
Cuando parece que la verticalidad se pierde una vez llegada la población de Villar del Cobo, vuelve a ganar altitud para encajonarse en lo que los de Tramacastilla llaman “Barrancohondo” y donde las paredes a banda y banda del río se tornan en algunos tramos verticales.
Todo el camino que dibuja el río Guadalviar por la sierra lo hace excavando en la roca calcárea, más o menos espectacular o vertical, pero siempre regalándonos espectaculares vistas, incluso unos de sus afluentes importantes en su camino, el río Blanco, nacedero de Frías de Albarracín y a su paso por Calomarde, también excava sobre roca calcárea regalándonos impresionantes farallones.
Aun me queda mucho por presentaros de este desconocido río Blanco, que también esconde bellezas a su paso y que espero mostraros cuando le haga una visita fotográfica a fondo. De momento sólo os puedo mostrar su preciosa cascada de Calomarde
Pues eso, que mañana más………..
Salud-os a l@s que me visitan y a l@s que dicen cosas, pues más
La cascada de Calomarde helada es una autentica maravilla que demuestra el frio invernal de esas tierras gélidas y «Barrancondo» es una delicia para los sentidos. Yo lo he recorrido en pleno estío: el primer tramo y mas largo es una mezcla de calima – tomillo – aridez – roquedal y grandeza; la segunda parte es mezcolanza de cárcavas – manantiales – agua gélida – angostos estrechos – cuevas y barrancos de belleza sin igual.
Son dos tramos totalmente diferentes pero conservando la magestuosidad de sus inmensos y espectaculares cortes verticales. Realmente los farallones del rio Guadalaviar (Turia) en sus comienzos son dignos del mejor y mas interesante recorrido intemporal.
Cuidate.