Una de las mejores acciones que podemos hacer durante el invierno en nuestras casas, siempre que la logística lo permita es realizar una ayuda suplementaria de alimento para los animales que peor lo pasa en esta época del año. Las avecillas forestales son unas de las especies que más suelen sufrir los rigores del invierno, pues a un metabolismo alto, y por tanto con un gran requerimiento de alimento, se le suma que en muchas jornadas invernales la búsqueda de sustento es más que un suplicio para ellas.

Carbonero Garrapinos (Periparus ater)

Estos días atrás, tras el paso de Filomena y el espeso manto de nieve se unió las gélidas temperaturas acompañantes durante días, lo que se tradujo en un periodo bastante amplio de dificultad a la hora de procurarse alimento. Todo y que muchas de estas aves están más que acostumbradas a estos rigores, un suplemento a la alimentación es muy bien aceptado por ellas. Es por eso, que si disponemos de una casa en un pueblo, un terreno, o incluso el balcón de casa en la ciudad, un simple comedero, puede llegar a hacerles un bien en los duros meses de invierno.

Verderón (Chloris chloris)

Es más, incluso podemos disfrutar de la presencia cercana de especies forestales que en otras condiciones no se acercarían tanto o que difícilmente podremos ver de manera común en nuestro jardín o casa. Al final es una manera muy saludable de ayudar a la naturaleza y a la vez disfrutar de ella.

En el Centro de Interpretación de Dornaque, ya hace tiempo que mantienen dos comederos en los rigurosos meses de invierno, donde un aporte continuo de comida, supone un auténtico revuelo de pajarillos en los días más fríos, nivosos o duros del invierno. Llegando a entrar a dicho comedero más de una docena de especies en apenas unos minutos.

Pico picapinos (Dendrocopos major)

Hace unos días y todavía inmersos en los coletazos de la fría borrasca, estuve unas horas disfrutando y retratando algunas de las especies que entraron al comedero. Agazapado tras el cristal, el ir y venir de avecillas era incesante y pude disfrutar de la presencia de:

  • Verderón (Chloris chloris)
  • Herrerillo común (Cyanistes caeruleus)
  • Herrerillo capuchino (Lophophanes cristatus)
  • Carbonero común (Parus major)
  • Carbonero garrapinos (Periparus ater)
  • Pinzón común (Fringilla coelebs)
  • Lúgano (Spinus spinus)
  • Mirlo común (Turdus merula)
  • Pico picapinos (Dendrocopos major)
  • Arrendajo (Garrulus glandarius)
  • Trepador azul (Sitta europaea)

No se si se me olvida alguna más, pero es una buena representación de las aves que campean por los alrededores del centro de interpretación, y tenerlas muy muy cerca sin que te detecten es toda una delicia. Coloqué durante unos minutos el movil para hacer un timelapse y veréis que trajín de bichos al comedero.

Si os gusta el video, entrad en mi canal de Youtube y suscribiros 😉

En definitiva, un bonito gesto que todos podemos hacer hacia nuestra naturaleza y que de buen seguro será bien recibido por los pajarillos en estos duros meses de invierno para ellos. Recordad, eso sí, que una vez terminado el invierno es conveniente ir dejando de aportar alimento al comedero hasta no realizar aporte y que las aves vuelvan a sus rutinas primaverales o veraniegas con disponibilidad ya de comida en el monte.

En verano, una manera de atraer a estos pajarillos es ponerles y mantenerles un plato de agua o bebedero donde de buen seguro se acercarán a beber o a bañarse.

En fin, espero que os haya gustado la entrada y os animéis con ese comedero.

Un saludo.

Entradas relacionadas

Deja un comentario

Descubre más desde El Blog de Drakis

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo