Bueno respondiendo a Juan (Guadalaviar), la situación ahora en la muela, a día de hoy es la que ves, un manto continuo de nieve, aunque sin ser un buen “paquete”, además ayer y hoy y seguramente mañana todo el día, la ventisca está haciendo de las suyas como puedes ver en las fotos venteando la nieve a más no poder. Para este fin de semana se anuncia una importante subida de las temperaturas, cosa que no ayudará mucho a mejorar el aspecto. Eso sí, aunque este fin de semana el esquí de fondo no sea una realidad por la escasez de nieve, sí que es muy factible subir con los “chavales” o amigos a darse un buen paseo por la nieve o disfrutar de ésta, sabiendo que el restaurante estará abierto para un buen refrigerio y si apetece para una buena comilona. Hay que aprovechar que tanto sábado como domingo las previsiones son de buen tiempo y buena temperatura.
Por lo demás, sigo bien liado sin poder realizar reportajes, así que esto se queda un pelín parado. Aunque de tanto en tanto encuentro inquilinos nuevos de la casa. Resulta que la perra es de “paladar fino” y antes de comerse el pienso, espera que le caiga algún regalito en forma de hueso, jamón o lo que sea, así que todos los días espera hasta última hora para comerse el pienso por si le “cae” alguna sorpesilla. Y claro está, el invierno se va recrudeciendo y los más avispados, se llevan una buena comilona.
No resulta extraño ver en época invernal a muchos alados que no suelen ser asiduos visitantes de las poblaciones, pero ya se sabe que en esta época la escasez es la nota predominante y hay que buscar sustento donde se pueda. Pero si de algo pueden presumir los gorriones es de desenvolverse en el hábitat urbano como perro por su casa. Tienen bien aprendida la lección y no dudan en saquear el plato de pienso hasta acabar con el último bocado. Además, si está mojadito, pues mejor!!! Blandito y al gaznate.
Y aquí una hembra medio atragantada. Se puede ver perfectamente “el matacabras” caído durante el día.
Aquí podéis ver tres machos en plena faena con el jugoso manjar.
También la grácil y nerviosa Lavandera común (Motacilla alba) se acerca al plato para llevarse su premio, aunque esta, un poco más esquiva que los gorriones.
Y así paso mis pequeños descansos, degustando unos minutos los quehaceres diarios de los nuevos inquilinos.
saludos