Un ruido inconfundible me sobresalta del sofá donde adormiscado estaba ya casi dando buena cuenta de la noche del viernes. Eran las once de la noche y tras asomarme por la ventana veo como se ilumina el cielo de manera súbita. Por fin vuelven las tormentas y con ella el ir y venir tras esas luces. Mientras cojo los bártulos de “matar” voy pensando en la “jugada a seguir”. La tormenta venía desde detrás de la Muela, así que la mejor opción de pillar algo de pueblo sería la zona del basurero. Cámara, trípode y disparador, las únicas herramientas, así que en menos de un minuto ya estoy encuadrando la imagen desde “la cueva la Zorra”.
Se acerca deprisa y tras algunas comprobaciones decido disparar con los siguientes parámtros:
Disparador en modo Bulb para dejar una exposición de aprox, 1 minuto que es el intervalo que cuento entre descargas.
Sacrifico la obertura en pos de la sensibilidad de la película para evitar al máximo el ruido, así pues, ISO 200 y obertura entre f4.0 y f5.6
Tras tres disparos llega la foto buena, dos palmas se extienden por el cielo como si me quisieran agarrar, posteriormente cierro el obturador.
Disparo una última foto y me retiro al coche porque aquello empieza a estar muy, muy cerca y las primeras gotas empiezan ya a caer. Como parece que gana en intensidad decido alejarme de ella y buscar un punto más elevado. El mejor sitio para verla pasar es tal vez, una especie de mirador que hay yendo por la carretera de Villar a Frías.
Allí me pilla todo el petardeo justo debajo, granizo a mansalva, agua a raudales y electricidad a pedir de boca (se hace de día por momentos). Mucha luz y poca foto….
Finalmente y viendo como se retira, me doy por satisfecho, 1 hora electrizante!!