Llegada la noche y tras dar buena cuenta de la cena, la reunión tenía hora y lugar (Medianoche en la plaza del Ayuntamiento). Llega pues el momento más distendido del encuentro, la denominada “rompida” de la hora.
Minutos antes de las doce, la plaza empieza a ser un hervidero de gente, instrumentos y toques en solitario. En definitiva un pequeño caos para ir calentando motores. La noche fresca, por no decir fría, aunque a medida que se va llenando la plaza también va subiendo el confort.
(Dando la salida a la rompida)
Finalmente y tras unos minutos de caos absoluto, el escenario sirve para que los anfitriones den la salida a un toque en conjunto que hace estremecerse al más pintado. Cientos de bombos y tambores al unísono, para posteriormente declinar en diferentes toques.
Se advierte el carácter desenfadado, con “salidas de guión” y “vacileos”, y en general muy buen ambiente y risas.
(Dos impresentables 
Es incluso momento para que el público y aficionados den sus primeros toques y vayan sintiendo el gusanillo de los tambores.
La “rompida” dura lo que la gente quiera y escalonadamente el fresco y el cansancio va haciendo mella en más de uno que deja atrás la plaza para calentarse en el pabellón a ritmos bien diferentes.
(El jefe demostrando poderío)
En fin, esto es grosso modo lo que puede deparar una concentración como estas. Así que si alguien está interesado el año que viene, si no estoy mal informado, se celebrará en Gea de Albarracín.
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Yo por mi parte, doy por concluido el artículo no sin antes agradecer a la asociación de Tambores y Bombos de Orihuela del Tremedal por hacerme sentir uno más y poder disfrutar junto a ellos de este fantástico encuentro.
Gracias y saludos