No siempre tenemos la oportunidad de disfrutar de los procesos erosivos y modeladores del paisaje, sobretodo porque son procesos lentos o alejados de nosotros. La formación de una sima, una dolina, una cueva, o los procesos erosivos de los rios formando cañones, desfiladeros o valles…..y por qué no hablar de glaciares, volcanes o terremotos.
A veces, tenemos la oportunidad de disfrutar de alguna dinámica erosiva y ver de lo que es capaz la naturaleza. Si miramos la primera fotografía de la panorámica de Peñas Altas (Guadalaviar), a simple vista no apreciamos nada raro, pero si nos fijamos en detalle por la parte derecha, entontraremos una de las riscas o cantera con un color o textura diferente. Y si nos vamos acercando aun más…..
Pues nos encontramos con un fenómeno cuanto menos raro y difícil de ver. Los procesos erosivos han podido con una de las riscas de «peñas altas» y han fragmentado una de sus grandes canteras, barriendo cuanto estaba a su paso, ladera abajo.
Pocas noches antes de Semana Santa, un estruendo ensordecedor debió de retumbar por buena parte de «cañada los ojos» y debió alterar la tranquilidad que en noches de primavera se respira por esta sierra. Y es que unas cuantas toneladas de roca en diferentes bloques barrieron cuanto estaba a su paso, hasta detenerse unos 200 metros ladera abajo de las faldas de la Muela de San Juan.
Seguramente sea el efecto de la gelifracción, o sea la fragmentación de la la roca debido a la congelación del agua que se filtra por sus grietas, poros, etc…. y que es uno de los procesos erosivos y modeladores del paisaje más comunes en nuestra sierra y que nos han dejado estructuras tan interesantes como los famosos «rios de piedra», en el que otro día hablaremos de ellos y de su formación.
Este tipo de derrumbes, aunque son muy comunes, no siempre tienen tanta envergadura, por lo que peñas altas, ahora si cabe, aun tiene otro aliciente más para ser visitado.
Las fotos son una muestra de la magnitud del derrumbe, pero creo que este verano es de visita obligada para muchos degustar en persona, la fuerza que a veces nos muestra la naturaleza.
Saludos
Y yo que tenía pensado hacerme un refujiete, como una «tiná» bajo algún ceñajo de esos y ya retirarme de este puñetero mundanal entorno pa siempre… Si es que hoy en día, no se puede estar tranquilo en ningún lado. Ni siquiera el pobre Borbón matando feroces paquidermos está a salvo de los peligros de un escalón traicionero. No sé que podré hacer ahora…
Iremos, iremos…. Menos mal que no pasó hace unos meses mientras buscaba geodas por las faldas de Peñas Altas…. Hala, otra excursión más para el verano!
Hola. Gracias por las fotos. Me habían contado lo del desprendimiento pero no había tenido ocasión de acercarme a verlo.
Me he permitido usar una de tus fotos en un blog que estoy preparando. Antes tenia una web sobre Guadalaviar , la de telepolis.com/guadalaviar, pero un día desaparecieron todas las que estabamos en el servidor de telepolis. Mientras hago algo mejor utilizaré este blog.
Un saludo.
Fdo. Juan Sanchez
Gracias por los comentarios 😉