El resultado orquideófilo

Bueno, empecemos con los resultados de este año, que fueron muy parecidos a los de hace dos años, salvo algunas novedades.

Empezaremos con las Ophrys o abejeras, que son las más espectaculares, pequeñas y bastante camufladas en la vegetación pasan desapercibidas al ojo, aunque a medida que le vas cogiendo el «tuco» la cosa no parece tan difícil de encontrar. Una vez que encaras el ojo por el visor de la cámara y te acercas lo suficiente, comprendes el ansia de cualquier fotógrafo por retratarlas. Realmente fascinantes con ese pelaje, esos tonos y esas marcas características…..

Son una maravilla para el deleite, sin duda. En este caso encontramos la más común (Sphegodes) y una propia de las sierras del interior de la península (Castellana). El año pasado pudimos disfrutar de Scolopax, pero este año no la hemos encontrado, una pena.

Una novedad que encontramos en la Dehesa boyal de Griegos fue esta Serapia.

Conocer la especie en concreto es bastante difícil, hay que mirar bien adentro las protuberancias y no todo el mundo sabe, por lo que la dejamos sin apellido de momento, y admiramos su pelaje y belleza. Resulta chocante no solo su pelaje, sino también su brillo.

En la misma Dehesa Boyal de Griegos encontramos un par de orquideas que suelen pasar desapercibidas para cualquier naturalista, paseante o fotógrafo. En un primer vistazo se camuflan bastante bien entre la vegetación y carecen de coloridas flores como sus hermanas.

Listera Ovata es una orquidea esvelta y tremendamente verde, si no andas al tanto, la pisas sin darte cuenta. Eso sí, cuando acercas la vista a lo que parecen ser las flores, entonces es cuando te das cuenta que ante tí, hay una orquidea!!.

Algo parecido pasa también con nuestra siguiente protagonista (Coeloglossum viride)

Muy verdosa y pequeña, pero que esta vez, bien apretada de flores diminutas, otra maravilla que hay que degustar a cuerpo tendido.

Pero sin duda las más vistosas de las orquideas son las denominadas Orchis y Dactylorizas, que inundan casi cualquier biótopo adecuado de nuestra sierra. Es fácil verlas de tonos rosados, rojos, amarillentos o incluso blancos. Las más comunes son Orchis mascula, que ya la pudisteis ver en el anterior post, y que es francamente abundante.

En este caso encontramos la insularis, también en la dehesa de Griegos

Por otro lado en las zonas más húmedas, incluso semi-inundadas abunda el género dactyloriza, también de muchos tonos e incluso con albinismos muy marcados, como este ejemplo, también sacado de la Dehesa de Griegos.

Como en la mayoría de las plantas, las orquideas no son una excepción y necesitan de polinizadores para su reproducción. No es difícil después de ver decenas y decenas de orquideas el tropezarte con un polinizador en plena faena.

No todos son efectivos, pero en muchos casos cumplen perfectamente con su función.

Por otro lado, tenemos a cazorlensis, que en su biótopo adecuado es también abundante. En este caso encontramos un buen rodal de ellas en Orihuela del Tremedal y le dedicamos su debido tiempo.

Y como en todo, hay que aprovechar la oportunidad, cuando una preciosa mariposa se posa sobre una orquidea…….duelo de bellezas:

El próximo día veremos algunos encuentros botánicos y no botánicos del mismo día

un saludo